Posts Tagged ‘drogas

27
Abr
10

Cocacola y cocaina,Cocaína e industria armamentística,opio-cia y nocaina(sucedaneo callejero de cocaina)

Este es un post variado que trata los temas del titulo,no muy a fondo,pero interesante.

Con una presentacion en Madrid  de la asociacion eleusis,titulado:

Hoja de coca y solanáceas.De Jonathan Ott.

Heredero de una legendaria estirpe de psiconautas que se inicia en Gordon Wasson y pasa por Hoffman, María Sabina, Shultes y McKenna, Jonathan Ott es el autor del manual más completo de enteógenos escrito hasta la fecha: el “Pharmacoteon”, un impresionante volumen desde su mismo título, que remite al enigmático mundo de Lovecraft.

Ott sigue cultivando todo tipo de sustancias psicoactivas en su jardín botánico en México, aunque su preocupación creciente es lograr la autosuficiencia energética. Su feroz independencia le permite disparar contra la hipocresía del sistema prohibicionista o denunciar la progresiva desaparición de la cocaína en las calles –sustituida por un sintético que él llama “nocaína”- mientras Coca-Cola compra del orden de “100 toneladas de cocaína anuales legalmente” para añadir como aromatizante al famoso refresco. Según Ott, en Newark, donde se produce el “polvo de Coca-Cola” se encuentra “una inmensa fábrica de cocaína legal” que actúa como “caja chica” para financiar partidos políticos.

Ott se opone a la legalización de las drogas, porque supondría una herramienta de discriminación a la hora de lograr empleo o asistencia médica. Lo que sí exige es su despenalización: “Es un terreno en el que el Estado directamente no debería entrar”.

Las afirmaciones de Ott han sido tomadas de la conferencia “Solanáceas y hoja de coca”, celebrada el pasado 3 de febrero en Madrid por auspicio de la Asociación Eleusis, así como de una entrevista mantenida ese mismo día con el orador.

Coca-Cola y cocaína

“En 1903 y viendo la regulación que se venía encima, Coca-Cola decidió retirar la cocaína de su producto. La ley de 1906 no prohibía nada pero decía que se tenía que divulgar el contenido.

A raíz de la ley de 1906 el gobierno de EEUU le dijo a Coca-Cola que su bebida estaba mal etiquetada porque no contenía ni coca ni cola, así que tenían que o bien cambiar el nombre o bien añadir coca y cola en el producto. El caso llegó a la corte suprema y el gobierno ganó por KO técnico a Coca-Cola. La empresa firmó un decreto de consentimiento. Por aquel entonces la marca ya valía mucho, de forma que no querían cambiarlo. Así, el mismo gobierno que hoy quiere exterminar la coca de la faz de la Tierra obligó a devolver la cocaína en el elixir de Coca-Cola.

Ningún refresco de cola usa raíz de cola porque sabe muy mal, pero Coca-Cola sí porque fue obligada. En Newark (New Jersey) fabrican un polvo misterioso que se llama “polvo de Coca-Cola”. Se trata de un “extracto aromatizante desalcaloidizado de tres partes de coca y una parte de cola”. La coca viene de Perú y Bolivia. Se supone que es novagranatense, variedad trujillense, pero sabemos que por declaraciones incautas de embajadores que también viene de Bolivia. He tratado de cuadrar las cifras de exportación de Sudamérica.

Por las cifras he estimado que llegan en torno a 100 toneladas de cocaína para el uso de Coca-Cola. Se estima que el mercado mundial de cocaína para uso medicinal es de 5 toneladas y el amparo dice que el aromatizante de Coca-Cola es para uso medicinal. Pienso que lo que hay en New Jersey es una fábrica legal de cocaína y esto es una inmensa “caja chica”, como se dice en México, para los partidos políticos, para la compañía Coca-Cola y quién sabe qué más…

Cuando Roosvelt era presidente de EEUU se analizó muchas veces el “polvo de Coca-Cola” pero nunca lograron encontrar rastros de cocaína, aunque sí su alcaloide base, la etonina. Con la tecnología actual sí podría detectarse rastros de cocaína y etonina en este jarabe y como la ley dice que el propietario de un gramo de perico que contenga 10 mg. de cocaína debe pagar como si fuera cocaína pura, si se encontrara un nanogramo de cocaína en una lata toda la sustancia sería ilegal.”

Cocaína y nocaína

“En Sudamérica la coca es un enteógeno, y esto se refiere al contexto de uso, no al tipo de sustancia, es un embriagante chamánico, la principal planta enteógena en muchos pueblos del noroeste de Amazonas y también es un estímulo para el trabajo, sobre todo colectivo. Para nosotros, los occidentales, no es una droga sagrada ni de trabajo sino que más bien se usa para desgastar los frutos del trabajo y el consumo conspicuo, o para demostrar riqueza porque la cocaína sirve, literalmente, para tirar el dinero.

Pero el gran problema es que ni siquiera se consigue cocaína. Hay mucha bulla en la prensa sobre ello pero en realidad antes en la calle se vendía cocaína y ahora es nocaína, tanto en México como en Colombia y mucho más en Europa o en EEUU. Yo no sé cómo lo hicieron pero es muy inteligente; sospecho que la sustancia está hecha en China. Es una patraña hecha por camellos que, a la vista y al olfato pasa por cocaína para esnifar, también se cristaliza, como la base, pero no es cocaína, no aguanta el análisis químico. Los efectos son nefandos: da dolor de garganta, uno se siente “arañado”, como dicen en Colombia, y aun así siguen consumiéndolo: la nocaína sigue cumpliendo su función social…puede usarse para ligar en el bar…

Aun así la gente ni sabe lo que está tomando. Yo he dado cocaína absolutamente pura a gente que nunca la había probado y pensaban que eso era una estafa, porque es diferente que la nocaína que suelen tomar.

¿Qué pasa con la cocaína de verdad? Porque se siguen produciendo las 1.000 o 1.500 toneladas anuales de cocaína. Yo he visto la desaparición paulatina de la cocaína que se vendía en México. Hasta hace cinco años era purísima y costaba entre 10 y 20 euros por gramo, en función de la cantidad y la proximidad al sur, pero ahora el precio es más alto y se adoptó la palabra “perico”. Ahora no se habla de “gramos de cocaína” sino “grapas de perico”, de modo que ni se comprometen a vender un gramo ni se comprometen a vender cocaína.”

Cocaína e industria armamentística

“En términos geopolíticos la cocaína es el gran sustento del mercado de armas. De por sí se asocia a la violencia porque la CIA comenzó a traficar, adaptando una idea inicial de los ingleses, que traficaban con opio y de los franceses, con opio procesado en heroína en Marsella. Antes de salir del sudeste asiático, los franceses, que fueron derrotados en Indochina en el 53, el servicio secreto francés estaba contrabandeando opio para producir heroína y venderla mayormente en Nueva York, que era el gran mercado del momento. Estados Unidos copió el sistema y eso explica que estén ahora en Afganistán, que produce el 90% de la heroína del mundo y aparentemente también del hachís. Los talibanes habían controlado esto cosméticamente, pero desde que EEUU controla el país la cosecha se ha vuelto a disparar: la droga es la única economía viable en Afganistán.

Lo único que Estados Unidos subsidia de manera masiva son los armamentos. Es la única industria en la que sigue siendo el líder mundial en fabricación. Todo lo demás se fabrica en China, Tailandia y sitios así. Por otra parte el armamento es el producto industrial que menos mano de obra y más capital necesita para su desarrollo. ¿Qué hacemos con las armas? No se pueden vender a España porque España también fabrica, ni a otros países ricos. La respuesta es el mercado de la droga; ahora los campesinos de Colombia pueden comprar estos fusiles que vienen de nuestras fábricas.

No estoy hablando de cannabis sino de coca y de opio, que dependen de grandes extensiones de tierra y peones para la producción. Son plantaciones que requieren de crimen muy organizado, a nivel estatal, y la CIA es para mí el prototipo de la compañía multinacional en este sector (…) Desde el asesinato de Kennedy es bien sabido que los presidentes conocen bien cuál es su lugar, que ellos no contralan la CIA. Kennedy no estaba en contra de la CIA pero decía que, en caso de ser elegido, iba a despedazarla en tantos pedazos que no podrían controlar la política exterior, pero son ellos y no Obama quienes controlan Afganistán, Iraq y mil cosas que nadie sabe”.

Para ver el video completo de la conferencia:

Hoja de coca y solanaceas-Jonathan Ott

Fuente.



26
Dic
09

Geopolítica tras la falsa guerra de Estados Unidos en Afganistán.

Los engañosos debates oficiales sobre la cantidad de soldados que se necesita para «ganar» la guerra en Afganistán, si basta con 30 000 hombres más o si se requieran por lo menos 200 000, no son más que la cortina de humo que está sirviendo para esconder el verdadero objetivo de la presencia militar de Estados Unidos en ese estratégico país de Asia central.

Durante su campaña presidencial del año 2008, el candidato Obama afirmó incluso que es en Afganistán, no en Irak, donde Estados Unidos está obligado a hacer la guerra. ¿Por qué? Porque, según Obama, es en Afganistán donde se ha atrincherado Al Qaeda, que constituye a su vez la «verdadera» amenaza para la seguridad nacional.

Las razones de la implicación estadounidense en Afganistán son en realidad muy diferentes.
El ejército estadounidense ocupa Afganistán por 2 razones: principalmente para restablecer y controlar la principal fuente mundial de opio de los mercados internacionales de heroína y utilizar la droga como arma contra sus adversarios en el terreno de la geopolítica, especialmente contra Rusia. El control del mercado de la droga afgana es capital para garantizar la liquidez de la mafia financiera en bancarrota de Wall Street.

Geopolítica del opio afgano

Según un informe oficial de la ONU, la producción de opio afgano aumentó de forma espectacular después del derrocamiento del régimen talibán, en 2001. Los datos del Buró de Drogas y Crímenes de las Naciones Unidas demuestran que en cada una de las cuatro últimas estaciones de crecimiento (desde 2004 y hasta 2007) hubo más cultivos de adormidera que en todo un año bajo el régimen talibán. En este momento hay en Afganistán más tierra dedicada a la producción de opio que al cultivo de la coca en toda América Latina. En 2007, el 93% de los opiáceos del mercado mundial venían de Afganistán.

No son simples coincidencias. Se ha demostrado que Washington seleccionó cuidadosamente al muy controvertido Hamid Karzai, señor de la guerra de origen pashtún con una larga hoja de servicios en la CIA, especialmente traído de su exilio en Estados Unidos, a quien se le fabricó todo una leyenda hollywodense sobre su «valiente autoridad sobre su pueblo». Según fuentes afganas, Hamid Karzai es actualmente el «Padrino» del opio afgano. No por casualidad Karzai ha sido, y sigue siendo hoy en día, el preferido de Washington en Kabul. A pesar de ello, y también a pesar de la masiva compra de votos, del fraude y de la intimidación, los días de Karzai como presidente pudieran estar contados.

En momentos en que el mundo casi ni se acuerda ya del misterioso Osama Ben Laden ni de Al Qaeda –su supuesta organización terrorista–, o se pregunta incluso si tan siquiera existen, la segunda razón de la larga presencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos en Afganistán parece más bien un pretexto para crear una fuerza militar de choque estadounidense permanente con una serie de bases aéreas permanentes en Afganistán.
El objetivo de dichas bases no es acabar con los grupos de Al Qaeda que puedan quedar aún en las cuevas de Tora Bora ni acabar con un mítico «talibán» que, según informes de testigos oculares, se compone actualmente en su mayoría de pobladores afganos comunes y corrientes que nuevamente luchan por expulsar de su tierra una fuerza ocupante, como hicieron en los años 1980 frente a los soviéticos.

Para Estados Unidos, la razón de ser sus bases afganas es mantener en la mirilla y tener la posibilidad de golpear a las dos naciones que, juntas, constituyen hoy en día la única amenaza seria para el poderío supremo de Washington o, como lo llama el Pentágono, America’s Full Spectrum Dominance (el predominio estadounidense en todos los aspectos).

La pérdida del «Mandato Celestial»

El problema de las élites* que detentan el poder en Wall Street y en Washington reside en el hecho que se encuentran hoy empantanados en la más profunda crisis financiera de toda su historia. Esa crisis es un hecho irrefutable para el mundo entero y el mundo está actuando en aras de salvarse a sí mismo. Las élites estadounidenses han perdido así lo que en la historia de la China imperial se conoce como el Mandato Celestial.
Se trata del mandato que se concedido a un soberano o a una élite reinante a condición de que dirija a su pueblo con justicia y equidad. Cuando el que gobierna lo hace de forma tiránica y como un déspota, oprimiendo al pueblo y abusando de él, se expone con ello a la pérdida del Mandato Celestial.

Si las poderosas élites de las firmas y las empresas privadas que han controlado las políticas fundamentales, financiera y exterior, durante la mayoría del tiempo, por lo menos durante el siglo pasado, tuvieron alguna vez en sus manos el mandato celestial, hoy resulta evidente que lo han perdido.

La evolución interna hacia la creación de un Estado policiaco injusto, con ciudadanos que se ven privados de sus derechos constitucionales, el ejercicio arbitrario del poder por personas que nunca obtuvieron un mandato electoral –como el ex secretario estadounidense del Tesoro Henry Paulson y el actual ocupante de ese mismo cargo Tim Geithner– y que roban miles de millones de dólares del contribuyente, sin consentimiento de éste, para sacar de la bancarrota a los principales bancos de Wall Street, bancos que se creían «demasiado grandes para hundirse», son hechos que demuestran al mundo que esas élites han perdido el «Mandato Celestial».

Ante tal situación, las élites que ejercen el poder se desesperan cada vez más por mantener su control sobre un imperio mundial de carácter parasitario que su máquina mediática falsamente llama «globalización». Y para lograr mantener su dominación resulta vital que Estados Unidos logre destruir toda forma naciente de cooperación, en el plano económico, energético o militar, entre las dos grandes potencias de Eurasia que, en teoría, pudieran representar una amenaza para el futuro control de la única superpotencia. Esas dos potencias son China y Rusia, cuya asociación Washington trata de evitar a toda costa.

Ambas potencias euroasiáticas completan el panorama con elementos esenciales. China es la economía más fuerte del mundo, con mano de obra joven y dinámica y una clase media educada. Rusia, cuya economía no se ha recuperado aún del destructivo final de la era soviética y del descarado saqueo que caracterizó la era de Yeltsin, sigue presentando sin embargo cartas esenciales para una asociación. La fuerza nuclear de Rusia y sus fuerzas armadas, aún siendo en gran parte remanentes de la guerra fría, representan en el mundo actual la única amenaza de consideración para la dominación militar estadounidense.

Las élites del ejército ruso en ningún momento han renunciado a ese potencial.
Rusia posee también el mayor tesoro del mundo en gas natural así como inmensas reservas petrolíferas, indispensables para China. Estas dos potencias convergen cada vez más a través de una nueva organización que crearon en 2001, conocida como la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Además de China y Rusia, los países más extensos del Asia central –Kazajstán, Kirguiztán, Tayikistán y Uzbekistán– también forman parte de la OCS.

El objetivo que alega Washington para justificar la guerra de Estados Unidos, a la vez contra los talibanes y Al Qaeda, consiste en realidad en instalar su fuerza militar directamente en Asia central, en medio del espacio geográfico de la naciente OCS. Irán no es más que un pretexto. El blanco principal son Rusia y China.

Por supuesto, Washington afirma oficialmente que estableció su presencia militar en Afganistán desde el año 2002 para proteger la «frágil» democracia afgana. Sorprendente argumento cuando se analiza la realidad de la presencia militar estadounidense en ese país.
En diciembre de 2004, durante una visita a Kabul, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld dio los toques finales a sus proyectos de construcción de 9 nuevas bases militares estadounidenses en Afganistán, en las provincias de Helmand, Herat, Nimruz, Balh, Khost y Paktia.

Esas 9 bases estadounidenses de nueva creación se agregan a las 3 bases militares principales ya instaladas inmediatamente después de la ocupación de Afganistán, durante el invierno de 2002, supuestamente con el fin de aislar y eliminar la amenaza terrorista de Osama Ben Laden.
Estados Unidos construyó sus 3 primeras bases militares en los aeródromos de Bagram, al norte de Kabul, su principal centro logístico militar; de Kandahar, en el sur de Afganistán; y de Shindand, en la occidental provincia de Herat. Shindand, la mayor base militar estadounidense en Afganistán, se encuentra a sólo 100 kilómetros de la frontera iraní, y a distancia de ataque si se trata de Rusia y China.

Afganistán ha estado históricamente en el centro de la gran pugna anglo-rusa, la lucha por el control del Asia central en el siglo 19 y a principios del siglo 20. La estrategia británica consistió entonces en impedir a toda costa que Rusia controlara Afganistán, lo cual hubiese representado una amenaza para la perla de la corona británica: la India.

Los estrategas del Pentágono también ven en Afganistán una posición altamente estratégica. Ese país constituye un trampolín que permitiría al poderío militar estadounidense amenazar directamente a Rusia y China, así como a Irán y a los demás países ricos productores de petróleo del Medio Oriente. En más de un siglo de guerras, las cosas no han cambiado mucho.

La situación geográfica de Afganistán como punto de confluencia entre el sur de Asia, Asia central y el Medio Oriente, es de vital importancia. Afganistán se encuentra además precisamente en el itinerario previsto para la construcción del oleoducto que debe llevar el petróleo de las zonas petrolíferas del mar Caspio hasta el océano Índico, donde la petrolera Unocal, así como Enron y la Halliburton de Cheney, estuvieron negociando los derechos exclusivos del gasoducto para conducir el gas natural de Turkmenistán a través de Afganistán y Pakistán hacia la enorme central eléctrica de gas natural de la Enron en Dabhol, cerca de Mumbai (Bombay). Ante de convertirse en presidente afgano títere de Estados Unidos, Karzai había sido cabildero de Unocal.

Al Qaeda no existe como amenaza

La verdad sobre todo este engaño alrededor del verdadero objetivo en Afganistán aparece claramente cuando se analiza más atentamente la supuesta amenaza de «Al Qaeda» en ese país. Según el autor Erik Margolis, antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la inteligencia estadounidense proporcionaba asistencia y apoyo tanto a los talibanes como al propio Al Qaeda. Margolis señala que «la CIA proyectaba utilizar [la organización] Al Qaeda de Osama Ben Laden para incitar a los uigures musulmanes a rebelarse contra la dominación china y a los talibanes contra los aliados de Rusia en Asia central.»

Es evidente que Estados Unidos encontró otras vías para manipular a los uigures musulmanes contra Pekín en julio pasado, a través del apoyo estadounidense al Congreso Mundial Uigur. Pero la «amenaza» de Al Qaeda sigue siendo el principal argumento de Obama para justificar la intensificación de la guerra en Afganistán.

Sin embargo, el consejero de seguridad nacional de presidente Obama y ex general de Marines James Jones hizo una declaración, oportunamente enterrada por los amables medios de prensa estadounidenses, sobre la evaluación del peligro que actualmente representa Al Qaeda en Afganistán. Jones declaró al Congreso: «La presencia de Al Qaeda es muy reducida. La evaluación máxima es inferior a 100 ejecutores en el país, ninguna base, ninguna capacidad de lanzar ataques contra nosotros o nuestros aliados.»

Lo cual significa que Al Qaeda no existe en Afganistán. ¡Diablos! Incluso en el vecino Pakistán, lo que queda de Al Qaeda es ya prácticamente imperceptible. El Wall Street Journal señala: «Perseguidos por los aviones sin piloto estadounidenses, con problemas de dinero y con más dificultades para atraer a los jóvenes árabes a las oscuras montañas de Pakistán, Al Qaeda ve reducirse su papel allí y en Afganistán, según los informes de la Inteligencia y de los responsables pakistaníes y estadounidenses. Para los jóvenes árabes que son los principales reclutas de Al Qaeda “no resulta romántico pasar frío y hambre y tener que esconderse”, declaró un alto responsable estadounidense en el sur de Asia.»

Si entendemos bien las consecuencias lógicas de esa declaración no queda más remedio que llegar a la conclusión de que la razón por la cual los jóvenes alemanes y de otros países de la OTAN están muriendo en las montañas afganas no tienen nada que ver con «ganar la guerra contra el terrorismo». Muy oportunamente la mayoría de los medios de prensa prefieren olvidar el hecho que Al Qaeda, en la medida en que esa organización existió alguna vez, fue creada por la CIA en los años 1980.

Se dedicaba entonces a reclutar musulmanes radicales provenientes de todo el mundo islámico y a entrenarlos para la guerra contra las tropas rusas en Afganistán en el marco de una estrategia elaborada por Bill Casey, jefe de la CIA bajo la administración Reagan, entre otras, con el objetivo de crear un «nuevo Vietnam» para la Unión Soviética, lo cual debía conducir a la humillante derrota del Ejército Rojo y el derrumbe final de la Unión Soviética.

James Jones, jefe del National Security Council, reconoce ahora que no hay prácticamente nadie de Al Qaeda en Afganistán. Quizás sea un buen momento para que nuestros dirigentes políticos proporcionen una explicación más honesta sobre la verdadera razón del envío de más jóvenes a Afganistán, a morir protegiendo las cosechas de opio.

F. William Engdahl

Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión francesa de Petrus Lombard.

Fuente.

Ver tambien: Mafias y narcopolítica

Un avión usado por la CIA para el traslado clandestino de presos se utilizó para transportar cuatro toneladas de cocaína
La CIA y el narcotráfico

06
Ago
09

La CIA, que liberó al terrorista Posada Carriles, consigue una condena de tres años para el ex agente que lo denunció.


Jean-Guy Allard
Cubadebate
3/8/2009

Así es la justicia cuando la maneja la inteligencia imperial. Mientras aseguró un proceso dilatorio y la libertad a su agente terrorista Luis Posada Carriles, la CIA y la DEA acaban de encarcelar por 37 meses al ex agente de la DEA Celerino “Cele” Castillo.

Castillo vio de sus propios ojos y denunció, años atrás, a Posada Carriles por manejar la operación de trafico de armas contra cocaína en la base salvadoreña de Ilopango.

Desde la localidad tejana donde vive, a un par de kilómetros del puesto de la frontera mexicana de Reinoso, los amigos de “Cele”, el más que valiente oficial de la agencia norteamericana antidroga, confirman que él dejo su domicilio para presentarse en el penitenciario de La Tuna para cumplir los 37 meses que le otorgó el juez Royal Furgeson, después de un juicio orientado desde Washington.

El complot contra Castillo lo dirigió el Fiscal Federal Johnny “House of Death” Sutton, en San Antonio, Texas, un amigo personal del ex Presidente George W. Bush, quién se encargo de montar un show jurídico sostenido por una aparentemente banal compra de arma sin licencia, algo que ocurre diariamente en el estado norteamericano donde -tal vez- más armas circulan.

“Cele” reconoció espontáneamente la compra. Pero denunció a lo largo del proceso trucado las múltiples maniobras del Fiscal bushista para obtener, a fuerza de trucos, la sentencia más delirante para un “crimen” tan común: tres años más un mes de cárcel.

Celerino Castillo tuvo el inmenso valor de hablar públicamente de la conspiración criminal de la administración Reagan-Bush, conocida como el Iran-Contras. Jamás los Bush, la CIA y la DEA se lo perdonaron.

En una comparecencia histórica ante el comité de inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, “Cele” Castillo explicó detalladamente como sus informantes vieron en la base de Ilopango almacenes de drogas, además de armas y dinero.

También explicó que muchos de los pilotos de la Contra nicaragüense se beneficiban de la operación clandestina administrada por Luis Posada y su socio Félix “El Gato” Rodríguez Mendigutía, fichados como narcotraficantes.

“El Gato” Rodríguez es quién ordenó el asesinato de Ernesto “Che” Guevara en Bolivia en1967, cuando el guerrillero heroico se encontraba preso de tropas bolivianas dirigidas por asesores yanquis.

En una entrevista publicada en el año 2004, Celerino Castillo comentó: “La única razón por la que Félix Rodríguez no fue arrestado es por que él sabía dónde estaban enterrados todos los cadáveres de la operación Irán-Contras. Él siempre ha sido un terrorista así, como Osama Bin Laden y todos los terroristas que nosotros hicimos en el pasado”.

El recuerdo de Gary Webb

Lo ocurrido al ex oficial de la CIA recuerda a otro valiente personaje de la lucha contra los Bush y su mafia gubernamental.

En su libro Dark Alliance, el famoso periodista norteamericano de investigación Gary Webb describía a Posada como “un veterano agente de la CIA con una historia de involucramiento con narcotraficantes, gente del hampa y terroristas” identificados a la tropa mafiosa del ex capo habanero Santos Trafficante.

En 1973, revelaba Webb entre muchas otras cosas, Posada fue puesto bajo vigilancia por la Drug Enforcement Agency (DEA) cuando la agencia se enteró que era el “contacto principal” en una operación de tráfico de mayor envergadura.

El 10 de diciembre 2004, el cadáver de Webb fue descubierto en su domicilio de Carmichael. Tenía la cara destruida por dos proyectiles de revolver calibre 38. El coroner Robert Lyons fue el oficial de justicia que realizó la investigación. Concluyó a… un suicidio.

Detrás del complot, el clan de los Bush

“Denuncié a nuestro gobierno como cómplice del narcotráfico y del contrabando de armas. Varias investigaciones bipartidarias tanto en la Cámara baja como en el Senado confirmaron mis alegaciones contra el Gobierno”, escribe “Cele”, en una carta abierta, antes de ir a presentarse a sus carceleros.


“Muchos individuos involucrados en estas atrocidades fueron encontrados culpables pero luego indultados. Además, unos de ellos continuaron a trabajar con la administración Bush. ¿Porqué fui yo escogido como objeto de la conducta más ultrajante del gobierno?”, pregunta al denunciar al fiscal Johnny Sutton “muy cercano a la familia Bush” que le paso “la cuenta para todas mis alegaciones en contra de la familia Bush”.

La Institución Federal de Corrección de La Tuna, se encuentra en Anthony, Texas. Increíblemente, esta cárcel está situada a menos de 20 kilómetros de El Paso, donde la jueza Kathleen Cardone liberó en dos oportunidades al terrorista más conocido del continente, Luis Posada Carriles, que el propio “Cele” observó traficando.

(Extraído de http://www.rebelion.org)

Artículos relacionados:

La DEA y la CIA introducían grandes cantidades de droga en EE.UU.

Luís Posada Carriles: Cronología de un asesino

Cómplice de Posada Carriles dirige escuadrones iraquíes de la muerte




Archivos

marzo 2023
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  

Blog Stats

  • 1.157.263 hits