Este articulo tiene tiempo.Pero como a dia de hoy sigue sin conocerse la verdad y los asesinos siguen impunes.Seguire posteando sobre este tema,asi como del 11S y 7J.
“Los asesinatos en Madrid nos recuerdan que el mundo civilizado está en guerra”
George W. Bush (Washington, 19-03-2004)
“Los servicios secretos anglosajones -británicos y estadounidenses- organizan la mayoría de los atentados terroristas atribuidos a Al Qaeda, con el fin de servir a los designios bélicos de sus países”
David Shayler, ex agente británico del MI5 (Bruselas, 19-11-2005)
Cada día que pasa es más firme nuestro convencimiento de que tanto la masacre de Madrid como la de Londres fueron perpetradas por servicios clandestinos vinculados a los impulsores del “nuevo orden mundial”, y su objetivo principal fue impulsar la estrategia internacional de la “guerra contra el terror”.
A los pocos días de la masacre, el periódico berlinés Junge Welt, descartando a ETA y a integristas islámicos, apuntó a la “estrategia de la tensión” conocida ya en Italia en los años 60 y 70 como principal referencia para desvelar la autoría del 11-M. Y lo cierto es que pronto se pudo detectar la falsedad de las únicas explicaciones que lograron eco mediático en el Estado español: la solidez de la versión policial y judicial se asemejaba a la de un castillo de naipes sobre el que nadie parecía atreverse a soplar.
En este artículo vamos a hablar de la infraestructura especial que la OTAN y la CIA habían puesto en marcha en el Estado español antes de la ejecución del 11-M (para otro tipo de cuestiones más generales, remitimos al lector a nuestro anterior artículo). Citamos datos que se conocen y han sido objeto de discusión en ámbitos reducidos pero, aprovechando el próximo aniversario de la masacre de Londres, hemos creído necesario seguir difundiéndolos y en todo caso recordarlos para evitar que el paso del tiempo y el torbellino que rodea al 11-M sumerjan en tinieblas las claves de los atentados.
El “simulacro” de Londres
Los miles de atentados efectuados y reivindicados en Europa en las últimas décadas por decenas de organizaciones de los más variados orígenes e ideologías tienen pocos rasgos en común, pero de todos ellos puede decirse una cosa: no hay constancia de que ninguno fuera realizado en el marco de un ejercicio antiterrorista. Este dato no es aplicable a dos acciones de características muy peculiares que fueron ejecutadas al mismo tiempo que se desarrollaban sendos operativos antiterroristas de gestión de crisis en el lugar o ciudad de los hechos. Estas acciones -dos matanzas de civiles- no han sido reivindicadas por sus autores, pese a todo lo que se ha dicho. Se trata de los atentados de Madrid el 11 de marzo de 2004 y de Londres el 7 de julio de 2005. Lo ocurrido nos alerta sobre la posibilidad de que en ambos casos los ejercicios pudieron haber servido de cobertura para el asesinato de decenas de personas.
Como ya es conocido por cualquiera que haya seguido las circunstancias de la matanza de Londres, aquella mañana de julio una empresa de consultoría en gestión de crisis estaba realizando en la capital británica un ejercicio antiterrorista. La empresa se llama Visor Consultants y según su director, Peter Power, se trataba de un trabajo solicitado por otra entidad ?que no identificó- relacionada con el transporte londinense. El ejercicio se basaba en el supuesto de que varias bombas explotaban simultáneamente en varias estaciones del metro de Londres. El ensayo se desarrolló exactamente en las mismas estaciones y a la misma hora en que explotaron las bombas que provocaron la matanza. Así lo reconoció Power públicamente, pero la conclusión que quiso transmitir fue que todo se trató de una simple casualidad.
El director de Visor Consultants no es un simple empresario. Se trata de un oficial de policía antiterrorista retirado que sigue vinculado a Scotland Yard. Las personas que dirigen el transporte de Londres también poseen rasgos peculiares: el principal responsable, el estadounidense Bob Kiley, pertenece al influyente Consejo de Relaciones Exteriores y en su día trabajó para la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.
Es difícil creer que pueda existir un solo ser humano que asuma sin pestañear la existencia de tal “casualidad”, pero el hecho es que aún son mayoría las personas que han decidido mirar hacia otro lado para no enfrentarse a un escenario que les resultaría insoportable: la realidad de que la matanza del metro habría sido una operación militar clandestina ejecutada para adjudicársela al “terrorismo internacional”. Para más información recomendamos la consulta de la página web de un colectivo ciudadano que impulsa en el Reino Unido una investigación popular de lo acaecido aquel día: http://www.julyseventh.co.uk
Ejercicios de Gestión de Crisis de la OTAN
Pero no es un hecho tan conocido que en la matanza de Madrid en marzo de 2004 ocurrió algo similar. Efectivamente, la “casualidad” quiso que las explosiones se produjeran muy poco después de que oficialmente finalizara en Madrid otro ejercicio de gestión de crisis de carácter antiterrorista. De hecho, todo indica que el 11-M fue el colofón de aquel ensayo.
El nombre oficial del ejercicio fue CMX 04. CMX son las siglas de Crisis Management Exercise y son ejercicios organizados todos los años por la OTAN en los que participan plenamente sus países miembros. Su existencia es pública y conocida desde hace mucho tiempo y en ellos interviene personal de la OTAN en las capitales de cada país, en los cuarteles de la Organización y en los comandos de la OTAN para Europa y el Atlántico. Además, en el CMX 04 también participó la Unidad de Planificación de Operaciones de la OSCE, organización “asociada” a la OTAN. Las crisis ficticias en las que se basan los ejercicios son de diverso índole: en 1998 el escenario principal fue que la OTAN debía realizar preparativos para poner en marcha una operación de paz bajo el mandato de la onU. En 2002 el escenario fue un supuesto enfrentamiento militar entre una nación ficticia de Oriente Medio y Turquía, conflicto que provocaba diversos atentados terroristas en algunos países europeos. Este ejercicio de 2002, en el que la dimensión terrorista tenía una importancia central, es en cierto sentido el más próximo al CMX 04, ya que en 2003 el ejercicio fue conjunto entre la OTAN y la UE -CMX/CME 03- y su escenario no estaba relacionado con el terrorismo internacional.
La OTAN tiene un extenso y complejo organigrama. Uno de sus principales organismos es la División de Asuntos Políticos. Esta División está integrada por una Dirección Política y una Dirección Económica. A su vez, la Dirección Política tiene siete secciones y una de ellas es la Sección de Seguridad Cooperativa y Gestión Política de las Crisis. Esta es la sección responsable de los aspectos políticos de la planificación de los Ejercicios de Gestión de Crisis (CMX). Paralelamente, en el ámbito más propiamente militar la Organización tiene una División de Planes de Defensa y Operaciones: la Sección de Operaciones de esta División tiene entre otras funciones la preparación de este ejercicio anual. Es decir, los CMX están planificados y dirigidos tanto en el aspecto político como en el militar por los principales organismos operativos de la OTAN, con la participación de sus Comandantes Estratégicos y bajo la supervisión de su Secretario General.
El CMX en el Estado español
Harían falta muchas páginas para analizar las funciones desarrolladas por la OTAN desde la firma del Tratado del Atlántico Norte en Washington en 1949; este es un análisis que no podemos realizar aquí. Sí recordaremos que el Estado español se unió a esta Alianza en 1982, pero se mantuvo fuera de la estructura militar integrada de la Organización conforme a los resultados del referéndum de 1986. Sin embargo, en 1987 el gobierno del PSOE reanuda las negociaciones con la OTAN sobre el futuro papel del ejército español en ella. Cinco años más tarde se firma en Nápoles un acuerdo de coordinación entre la OTAN y España sobre defensa aérea, y en la Cumbre de Madrid de 1997 el gobierno del PP anuncia su disposición a participar plenamente en la nueva estructura de mando de la Organización, tras haber aprobado el nuevo Parlamento la participación de España en la estructura militar. Por tanto, gracias al PSOE y al PP, el Estado español se encuentra desde entonces plenamente integrado en todas las estructuras de la OTAN.
En 1998 el Grupo Socialista del Congreso preguntó al Gobierno del PP acerca de los ejercicios de gestión de crisis realizados por Defensa durante 1997. El gobierno respondió que en febrero de ese año España había participado en el CMX 97, que había sido dirigido a nivel nacional por el Estado Mayor de la Defensa. Además, participaron otros organismos de la Administración: Presidencia del Gobierno, Ministerio de la Presidencia y Ministerio del Interior, entre otros. Estas son las principales entidades que han participado a nivel estatal en los CMX hasta hoy, pero ni entonces ni ahora se ha dado la identidad de los organismos, unidades o agentes foráneos que han participado sobre el terreno en los diferentes CMX.
El 1 de marzo de 2004, y tan sólo unos días después de la visita del secretario general de la OTAN al Estado español, esta organización publicó su nota de prensa 022. En ella anunciaba que la OTAN iba a realizar su ejercicio anual de gestión de crisis CMX del 4 al 10 de marzo de 2004. Según rezaba la nota, el escenario iba a ser hipotético y en él iba a participar “personal civil y militar en las capitales nacionales, en el cuartel general de la OTAN y en ambos Comandos Estratégicos”. Tal como se dijo después, el ejercicio, desarrollado en las capitales de los Estados miembros de la OTAN, estuvo centrado en “amenazas cruciales para el futuro de la OTAN”. En el centro del escenario diversos ataques terroristas sacudían a varios países de la Organización.
Los ejercicios CMX están clasificados y por tanto la información oficial que se da sobre ellos es muy escueta, pero según la versión que la OTAN dio tras la finalización del CMX 04, el primer ataque en ese escenario era contra una planta química cercana a la ciudad holandesa de Maastricht. En el guión del ejercicio la prensa apuntaba a la rama saudí de “Al Qaeda” (también el auto judicial del 11-M habla repetidamente de “Al Qaeda” a pesar de que responsables policiales desmintieron en la Comisión de Investigación del Congreso la autoría de esa supuesta organización), y posteriormente se producían más ataques terroristas en otros países que causaban la muerte de cientos de civiles. La OTAN no señala cuántos y cuáles eran los países en los que ocurrían las masacres en ese escenario hipotético, pero sí dice que entre ellos estaban Grecia y Canadá. La nota de la OTAN de abril de 2004 señala que “el ejercicio fue configurado para probar los procedimientos de gestión de crisis, incluyendo la cooperación civil y militar, de cara a mejorar la capacidad de la Alianza para gestionar tales crisis”. Y añade: “Las atrocidades terroristas de Madrid, que ocurrieron el día después de acabar el CMX 04, fueron un mortífero recuerdo de cómo podría ocurrir un escenario similar en el presente clima de seguridad”.
Como hemos dicho, en la parte del CMX 04 que se efectuó en Madrid, y tal como es habitual en este tipo de ejercicios, participaron de alguna forma diferentes órganos de la Administración española. Pero no olvidemos que el ejercicio es de la OTAN, y dada la precipitación con la que actuó el gobierno español en las horas posteriores a los atentados, puede darse por hecho que la administración española no ejercía control sobre todos los integrantes del operativo de la capital.
Por otra parte, debemos recordar que a finales de febrero y durante los primeros días de marzo de 2004 había un impresionante despliegue antiterrorista en Madrid y en todo el territorio estatal. Miles de agentes habían sido movilizados por el Ministerio del Interior supuestamente para evitar la comisión de un atentado en plena campaña electoral, y este despliegue no fue pasado por alto por muchos observadores. Se hablaba del peligro de ETA (que llevaba casi 10 meses sin realizar ningún atentado mortal), pero en la Comisión de Investigación del Congreso se hizo público que desde hacía unos meses algunos servicios secretos extranjeros habían hecho advertencias generales a sus homólogos españoles acerca de la posibilidad de que se produjera un grave atentado “islamista”. Alguien estaba preparando el terreno para lo que iba a llegar, y el gobierno español, que no las tenía todas consigo, anunció ?y así salió publicado en prensa unos días antes del 11-M- que las estaciones de ferrocarril y los trenes iban a ser objeto de una especial vigilancia.
Es decir, al mismo tiempo que se producía esta espectacular movilización de recursos antiterroristas, del 4 al 10 de marzo se llevó a cabo en Madrid y en otras “capitales nacionales” de la OTAN el Ejercicio de Gestión de Crisis 04. Consideramos que ya no es una conjetura sin fundamento decir que el atentado llevaba meses preparándose, que durante los días previos (precisamente coincidiendo con la realización del ejercicio) se ataron los últimos cabos sobre el terreno, y que en algún momento entre el 10 y el 11 de marzo, personas no identificadas evitaron los dispositivos antiterroristas reales y accedieron sin contratiempos a los trenes de cercanías para colocar en ellos varias cargas de alto poder explosivo. A las pocas horas, la activación de esas cargas provocó la masacre que todos conocemos. Los Ministerios de Defensa e Interior españoles, implicados en la gestión local del CMX, si bien permanecían confusos, tuvieron pronto cierta información sobre qué o quién pudo estar merodeando por aquella zona. Y así fue como más tarde, sabiendo que los criminales jamás reconocerían su autoría y que tampoco se les podía acusar, tuvieron que comenzar las labores de creación de una versión oficial “aceptable”. De todas formas, si alguien quiere seguir creyendo que los autores de una de las mayores y más complejas atrocidades ocurridas en la historia de Europa eran vendedores de móviles, antiguos traficantes de drogas y mineros asturianos que ni siquiera intentaron huir, no le negaremos su derecho a seguir engañándose. Por nuestra parte preferimos seguir el camino que señalan los hechos y el sentido común.
Eric R. Terzuolo, en su informe “Alianza Regional, amenaza global: la OTAN y las amas de destrucción masiva, 1994-2004″, comentó que resultaba “irónico” que los ataques hubieran tenido lugar sólo un día después de la finalización del ejercicio, teniendo en cuenta que la planificación de éste había empezado hacía más de un año. Terzuolo sabe, sin embargo, que la ironía sólo está en sus palabras.
Para leer el articulo completo: http://mamanga.wordpress.com/2007/03/12/el-11-m-fue-perpetrado-por-servicios-clandestinos/
Finaliza el ejercicio: misión cumplida
¿Qué papel tuvo la Agencia Central de Inteligencia?
Continúa la sumisión
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Ver anterior artículo (“11-M: todos están mintiendo”) aquí:
http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=16447
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Operaciones de bandera falsa son operaciones encubiertas conducidas por gobiernos, corporaciones y otras organizaciones, las cuales están diseñadas para aparecer como si estas fueran llevadas a cabo por otras entidades. El nombre se deriva del concepto militar de izar colores falsos; esto quiere decir la bandera de una país diferente al propio. Los ataques terroristas en algunas ocasiones son operaciones de bandera falsa, como la estrategia italiana de tensión en la cual varios explosiones de bombas en los años 1970 se atribuyeron a organizaciones de extrema izquierda, y que fueron en realidad llevadas a cabo por organizaciones de extrema derecha en cooperación con los servicios secretos italianos. http://es.wikipedia.org/wiki/Operaciones_de_bandera_falsa
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