En Europa la democracia no se lleva. La política, en el sentido griego del término, tampoco. En apenas dos semanas han caído dos gobiernos democráticos, salidos en su día de las urnas, y han sido sustituidos por sendos gobiernos de ‘transición tecnocrática’ a los que obviamente no han elegido los ciudadanos, sino los mercados. Mientras, el Banco Central Europeo (BCE) ha estrenado nuevo presidente que deberá guiar los pasos de la Eurozona… espoleado por Merkel y Sarkozy.
Pero veamos quiénes son esos tres personajes en cuyas entrelazadas manos está el futuro más inmediato de nuestras economías.
Lucas Papademos es desde el pasado viernes el primer ministro griego en sustitución de Yorgos Papandreu, que pasará a la historia por casi colapsar los mercados europeos al proponer un referéndum para que los griegos decidieran su futuro económico.
Es economista y fue vicepresidente del BCE entre 2002 y 2008 a las órdenes de Jean-Claude Trichet. Antes había sido gobernador del Banco de Grecia, de 1994 a 2002, posición desde la que trabajó activamente para dejar presentable (“maquillar”, dicen algunos; “estabilizar”, dicen otros) la economía griega de forma que esta pudiera unirse a la eurozona, hito que logró precisamente en 2002.
Su frase estrella de esos años es, sin duda, esta: “Los beneficios macroeconómicos y microeconómicos para Europa y Grecia de la incorporación del euro son enormes”. Rechaza las críticas vertidas contra él por no haber hecho públicas las ‘carencias’ de los presupuestos griegos durante la carrera para unirse a la zona euro.
Mario Monti es el economista que sustituirá a Silvio Berlusconi como primer ministro de Italia para ‘llevar por el buen camino’ las reformas propuestas por la UE encaminadas a que este país reduzca su deuda, equivalente al 120% de su PIB, y sobre todo, a que los mercados alivien la presión sobre su deuda y por ende sobre la de otros países europeos; léase España, por ejemplo.
El currículo de Monti es enormemente entretenido, digno del Inside Job que merecemos los europeos. Entre 1994 y 1999 fue comisario europeo de mercado interior y desde entonces hasta 2004, comisario de Competencia, posición desde la que se opuso a la fusión entre General Electric y Honeywell . Goldman Sachs -sí, el banco de inversión responsable en parte de la actual crisis financiera-, lo fichó como asesor en 2005 [Monti pertenece también al consejo asesor de Coca-Cola].
Antes de ‘nuestra’ crisis y también antes de que Monti llegara a Goldman Sachs, este banco de inversión diseñó el plan de ingeniería financiera que permitió a Grecia entrar en el euro en 2002 camuflando sus cuentas públicas y sus cifras reales de déficit a base, entre otras cosas, de vender productos financieros griegos a EE UU sin alertar de los riesgos y de realizar operaciones de cambios de divisas (swaps).
¿Y saben quién era uno de los responsables de Goldman Sachs por entonces? El recién nombrado presidente del BCE, el italiano Mario Draghi, que trabajó como directivo de dicho banco de inversión entre 2002 y 2006. El pasado junio, Draghi tuvo que responder ante el Parlamento europeo acerca de su conocimiento y responsabilidad en la actuación de Goldman Sachs en Grecia. Dijo que esos acuerdos fueron previos a su llegada al banco y que no tuvo nada que ver con la venta de productos financieros a otros gobiernos. Meses después, es el máximo responsable de la política monetaria en Europa.
No acaba aquí la conexión entre estos tres líderes europeos de nuevo cuño. Mario Monti es el director europeo de la Comisión Trilateral, un think tank de corte neoliberal fundado en 1973 por Rockefeller, al que también pertenece como miembro el primer ministro griego, Papademos. Este lobby ya advirtió en su día de lo que se avecinaba: un ‘peligroso’ “exceso de democracia” [merece la pena leer este texto de Noam Chomsky sobre esta aseveración, de su libro Prioridades radicales].
Sobran los comentarios.
Las cuentas que oculta Rajoy
Ocho datos que explican por qué el PP se refugia en ese evanescente “hacer lo que hay que hacer” y no detalla su verdadero programa.
1. España ha pactado con la Unión Europea un plan de austeridad para reducir el déficit público al 3% en 2013. Para el año que viene, el compromiso es que se quede en el 4,4%. Rajoy ya ha dicho que considera irrenunciable ese objetivo. Rubalcaba lo quiere renegociar.
2. El Gobierno espera que el déficit de este año sea del 6%. Con la recaída de los últimos meses, es casi imposible que se vaya a cumplir: probablemente estará entre el 6,6% que espera la Comisión Europea y el 8,4% que pronostican algunos en el PP.
3. España apenas crecerá en 2012; la última previsión de Bruselas es un exiguo 0,7%. Así que la única manera de cuadrar el presupuesto público al gusto de Merkel –si no queremos un “tecnócrata” de Goldman Sachs– pasará por recortar el gasto, subir los impuestos o ambas cosas a la vez. El próximo Gobierno tendrá que ajustar entre 2 y 4 puntos del PIB: entre 20.000 y 40.000 millones de euros en un año. Por comparar, el tijeretazo que hizo Zapatero en mayo de 2010 fue de “sólo” 15.000 millones en año y medio.
4. Más cifras para entender la poda que nos espera: toda la sanidad pública cuesta unos 65.000 millones anuales; el subsidio de desempleo, unos 30.000 millones. Subir el IVA dos puntos apenas sumaría unos 2.000 millones más. La rebaja en el sueldo de los funcionarios que aplicó Zapatero fueron 4.000 millones entre 2010 y 2011. Congelar la subida de las pensiones ahorró unos 1.500 millones.
5. No vale con privatizar. Aunque encontremos compradores para Aena, Paradores y Loterías, ese dinero sirve para reducir la deuda, pero apenas se notaría en el déficit (sólo lo que se ahorre por los intereses, pero nada más).
6. Tampoco es muy realista el discurso de que el recorte será únicamente para “el gasto superfluo”, como repite Rajoy. La propuesta de reducción de ayudas públicas para los sindicatos, los partidos y la patronal que presentó en su momento el PP sólo suponía 17 millones de euros al año. Si cerramos el Senado –como proponen algunos a los que la democracia les debe de parecer cara–, el ahorro sería de apenas 55 millones anuales. ¿Subastar coches oficiales? En Castilla La-Mancha el PP va a conseguir así menos de medio millón de euros (pero mucha publicidad populista).
7. El recorte puede ser incluso mayor porque, además, falta por arreglar el ladrillazo a la banca: más de 300.000 millones en créditos a promotores inmobiliarios, suelo y pisos que no valen lo que figura en los balances. El PP ya ha anunciado en su programa su intención de sanear esos “activos tóxicos” con dinero público, creando un banco malo. No saldría por menos de 50.000 millones de euros, tal vez más.
8. Por eso no me extraña que De Cospedal vaticine protestas “cuando Rajoy diga lo que hay que hacer”. Habrá quien se pregunte, con razón, por qué no nos explica sus planes antes de votar.
Para ver todos los enlaces del post:
http://www.escolar.net/MT/archives/2011/11/las-cuentas-que-oculta-rajoy.html
Hola! les dejo para ver, Charla que realizé para entender el rumbo del colapso económico que se viene:
Cómo las élites crearon la crisis económica para llevarnos a un gobierno mundial
Salu2!
Gracias por el aporte.
España – El Gobierno aprobará el cierre de webs de descargas antes de disolverse
23/11/2011
El Consejo de Ministros de este viernes, de los últimos que presidirá José Luis Rodríguez Zapatero aprobará por real decreto el Reglamento de la Comisión de Propiedad Intelectual, también conocida como Ley Sinde o ley antidescargas.
La puesta en vigor del referido reglamento se producirá el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial del Estado.
http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/3556348/11/11/El-Gobierno-aprobara-el-cierre-de-webs-de-descargas-antes-de-disolverse-.html
Goldman Sachs se forra provocando hambrunas.
Tan obsesionados andamos con la deuda soberana, la crisis del euro y la recesión del ladrillo, que nos hemos olvidado de los que están mucho peor que nosotros: los mil millones de personas que cada día se acuestan con hambre.
Las hambrunas que aquejan al planeta tienen múltiples causas, desde las sequías e inundaciones causadas por el cambio climático hasta la industria de los biocombustibles, que quita tierras y cultivos a la producción de alimentos para llenar los depósitos de los grandes todoterrenos del mundo rico. Pero pocos saben que uno de los principales motivos de ese sufrimiento mundial –y de que cinco millones de niños mueran por malnutrición cada año en el Tercer Mundo– es la ingeniería financiera con la que los tiburones de Wall Street transformaron los mercados de futuros de las materias primas en una ruleta bursátil, con la que seguir enriqueciéndose, tras el pinchazo de la burbuja de las puntocom en 2000-2001.
En realidad, a los primeros que se les ocurrió tan estupenda idea fue a los banqueros neoyorquinos de Goldman Sachs, quienes ya en 1991 crearon un nuevo instrumento especulativo, un índice de 18 productos básicos –del trigo, el cacao, el cerdo, el arroz o el café, al cobre y al petróleo– para que los brokers pudieran también jugar en lo que hasta entonces era un mercado especializado. A ese Goldman Sachs Commodity Index se sumaron después muchas otras grandes entidades financieras deseosas de aprovecharse de la llamada “apuesta de China”: la lógica creencia de que a medida que crezcan los ingresos de chinos, indios y otros integrantes de las nuevas clases medias de las potencias emergentes, consumirán alimentos de mejor calidad y en más cantidad. Una jugada segura.
Es lo que la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (Unctad) denomina “financialización” de los mercados de productos de primera necesidad. Un fenómeno que se desbocó cuando los lobbies financieros norteamericanos consiguieron que el Congreso de EEUU aprobase por la vía de urgencia –para compensar a los mercados del colapso de la burbuja digital– una legislación que permitió a los grandes fondos de pensiones y hedge funds que empezasen a especular con derivados de esos índices de materias primas. Acababa de empezar el siglo XXI y tanto republicanos como demócratas abrazaban el credo de la desregulación financiera.
El resultado fue tan espectacular como ignorado por políticos y ciudadanos: en sólo cinco años, las posiciones de los fondos en el mercado de materias primas pasó de 13.000 a 317.000 millones de dólares. Esa tremenda multiplicación especulativa buscaba, por supuesto, que los precios de esos productos básicos se disparasen, para obtener pingües beneficios con los astronómicos márgenes entre lo que se paga a los agricultores (fijado de antemano e invariable) y lo que se acaba cobrando a los consumidores.
Y así fue. Según los cálculos de la Unctad, en la primera década del siglo los precios medios del trigo, el maíz y el arroz prácticamente se triplicaron… produciendo decenas de miles de millones de beneficios a los especuladores bursátiles, con los que compensaron sus pérdidas en las temerarias operaciones de las hipotecas subprime, los activos basura y los CDS. Entretanto, en 2008 estallaban revueltas del hambre en una treintena de países del Tercer Mundo, donde la mayoría de la población tiene que gastar en alimentos el 70% de sus ingresos y no puede costear ni la menor subida de precios; simplemente ha de pasar hambre.
Ni siquiera la actual crisis económica global ha frenado ese encarecimiento de los productos de primera necesidad, pues el año pasado los precios de los cereales aumentaron en más del 60%.
“El mercado de los alimentos se ha convertido en un casino”, declaró Joerg Mayer, de la Unctad, a The Guardian. “Y por una única razón: hacer que Wall Street gane todavía más dinero”.
http://blogs.publico.es/eltableroglobal/goldman-sachs-se-forra-provocando-hambrunas/266?mid=5395100